Los departamentos de I+D de Yamaha fomentan la investigación espontánea e independiente. Se han realizado esfuerzos para ampliar los horizontes de los ingenieros, de modo que puedan fomentar la innovación en el estilo de Yamaha. Aquí está la historia de cómo un ingeniero de competiciones de trial aficionado logró involucrar a sus colegas en su pasión, y luego formó un equipo para enfrentarse al desafío de ser el mejor del mundo. "Actualmente, el mayor problema de los vehículos eléctricos es la autonomía.
Pero la autonomía no es un factor para las competiciones de trial. Si cogemos los recursos que no necesitamos aplicar a la autonomía y los invertimos en áreas que son importantes para las competiciones de trial, como el par de baja potencia y la respuesta rápida del motor, podríamos mejorar con respecto a las motos de gasolina. He estado pensando en esa idea durante mucho tiempo". El trial es una competición en la que los pilotos deben recorrer un área (sección) predeterminada, compuesta de terreno natural, como afloramientos rocosos y árboles, sin pisar el suelo. Si tocan el suelo con los pies, se deducen los puntos y las posiciones finales dependen del número total de puntos obtenidos en varias secciones.
El nivel más alto de competición en este deporte es el Campeonato Mundial de Trial FIM con sede en Europa. En 2017, se creó la nueva Copa Trial-E para permitir la competición de motos eléctricas y se llevó a cabo junto a las etapas del Campeonato Mundial de Trial GP. En 2018, la primera moto de trial eléctrica de Yamaha, la TY-E, participó en la Copa durante las etapas del campeonato en Francia y Bélgica.
Existe un sistema dentro de los departamentos de I+D de Yamaha que permite utilizar el 5 % de las horas de trabajo para la investigación voluntaria e independiente y que recibe el apodo de "I+D en evolución" (también conocido como la "regla del 5 %"). La moto de trial eléctrica TY-E es un prototipo nacido de este programa.
La pasión de este joven ingeniero, que aspiraba a desarrollar una moto de trial eléctrica capaz de competir a nivel mundial, estimuló no solo a sus colegas, sino también a la propia empresa Yamaha, así como al mejor piloto de trial japonés, Kenichi Kuroyama; todos están comprometidos a convertirse en los mejores del mundo.